Reseñas críticas
Lugones en México

Lugones en México

Crear subtítulo con: A propósito de Leopoldo Lugones: Poesías, estudio de Antonio Castro Leal, Cvltvura, t. III, núm. 4, México, 1º de abril de 1917, 84 p.

Israel Ramírez

Poesías, de Leopoldo Lugones, apareció con fecha del 1º de abril de 1917 y fue impreso en la 4ª calle de Victoria #92, en la imprenta del mismo nombre. Su portada interior es una página compuesta en una sobria tipografía sin patines que presenta, además del nombre del autor del volumen, el título, la editorial y los detalles de fecha, tomo y número, así como los créditos de quien realiza el “Estudio” y la ilustración de portada. Se trata del primer libro publicado en México de un Lugones que se había leído hasta entonces en revistas y en periódicos, y que aquí aparece presentado por Antonio Castro Leal e ilustrado por Saturnino Herrán.

Con un precio al público de $0.25 oro nacional, Poesías es una selección de 41 textos en el tradicional formato de la colección Cvltvra. La imagen de su cubierta es un grabado de escena nocturnal del pintor aguascalentense Herrán que enmarca los datos bibliográficos del libro impresos en una tipografía en la que se percibe el espíritu de la época art déco. Impresa a una sola tinta, sepia, en el margen inferior de la portada destacan dos elementos: del lado derecho, la luna llena; del izquierdo, una pareja joven abrazada. La escena anticipa e ilustra mucho de lo que leeremos en la antología, pues hay poemas donde los elementos ahí representados juegan un papel central: al margen de la selección tomada de El lunario sentimental, de entre los 41 poemas de la selección, aparecen diez con alusiones directas a un escenario nocturnal. Se trata de una imagen que enmarca la lectura dentro de tonos neorrománticos y modernistas donde la noche representa el espacio de encuentro de los amantes, cobijados en lo oscuro del paisaje por una luna que se alza apenas sobre el horizonte.

Si ya mencionamos que se trata de la primera ocasión en que la obra de Lugones circula en libro dentro del territorio mexicano, cabe destacar que el volumen articula una selección de gran originalidad en la que se recuperan poemas de cada uno de los libros publicados hasta entonces por el poeta argentino. Sorprende además que Castro Leal en su “Estudio” declare que los poemas que proceden del Libro de los paisajes se seleccionaron del volumen inédito (dicho libro se publicó en Buenos Aires por Otero y García en el mismo 1917), lo cual corrobora no sólo que la edición de Cvltvra es resultado de un proyecto editorial con una sólida investigación –para una colección que vivía en la urgencia de cumplir con los tiempos de publicación–, sino que Castro Leal tuvo acceso al manuscrito inédito de Lugones. ¿Existe comunicación epistolar con el argentino?, ¿los editores del Libro de los pasajes le permitieron tomar poemas para la antología?, son enigmas que se resolverán una vez que se consulten los archivos del intelectual potosino.

Si regresamos a la historia del libro, por tratarse de la segunda antología dedicada a Lugones, así como por la cercanía que existe entre Cvltvra y Ariel, donde se publicó la primera recopilación poética del autor de “Yzur”, vale la pena detenernos en las posibles líneas que las hermanan. Muchas y bien fundadas son las conexiones que existen entre la colección Ariel (1906-1917) y la mexicana Cvltvra. Selección de buenos autores antiguos y modernos(1916-1923). Publicitada en Costa Rica por Joaquín García Monge como una colección de “epítomes de la literatura internacional, antigua y moderna”, Ariel editó en 1912, en el cuaderno número 23 la que es reconocida en la historia como primera antología general de la obra de Leopoldo Lugones. Cinco años más tarde apareció la segunda, esta vez en territorio mexicano y dedicada en especial a su producción lírica, dentro de la colección animada por Agustín Loera y Chávez y Julio Torri.

La coincidencia no pasaría de una mera curiosidad bibliográfica que conecta dos proyectos editoriales interesados en difundir la obra del escritor argentino; sin embargo, un examen profundo de tales lazos pone a flote las relaciones directas entre ambos. Heliodoro Valle afirmó que existe una palpable trascendencia de los proyectos editoriales de García Monge y se refiere así a Repertorio Americano:

Si alguna vez en nuestra América una revista se ha convertido en institución de servicio público, en laboratorio de ideas y en paladín de los más nobles programas de cultura, Repertorio americano merece dignamente tales epítetos. Se le puede mostrar como preclaro ejemplo de la honestidad y testimonio de la inteligencia amorosa… (Juan Antonio Solari: “El ejemplo de un maestro de América”, Revista Comunicación, núm. 17, p. 16.)

Repertorio Americano es el proyecto inmediatamente posterior al de Ariel y se asienta en sus mismos ideales. Como se señaló, en Ariel confluyen desde su subtítulo los afanes por reproducir lo más granado de la literatura antigua y moderna; empresa que retoma Cvltvra con ligeros cambios para su presentación. Sin embargo, la conexión no se limita a la cercanía de una frase, sino que se centra en la nómina de autores y obras que aparecen en ambas colecciones, así como en las traducciones que la mexicana retoma de su homóloga centroamericana: El pájaro azul, de Maeterlinck publicado en México en 1916 es la versión traducida por Roberto Brenes Mesen que ya había reproducido en 1912 García Monge en Costa Rica, por sólo mencionar un caso. A esto hay que sumarle la coincidencia en la adopción del formato de libro/fascículo coleccionable, dispositivo editorial que mantiene la naturaleza periódica y seriada de revistas y diarios, pero al mismo tiempo, como ejemplar autónomo, propicia nuevas formas de lectura.

Antonio Castro Leal, también autor de una “Nota” que antecede a los poemas en la edición de Cvltvra, escribe que: “Las poesías incluídas [sic] en este cuaderno son las que parecen mejores en la obra actual del poeta, sin ninguna concesión a un criterio popular” (XIII). Rescato esta frase porque a partir de ella el crítico mexicano sentencia: “He aquí un poeta popular, y apenas alguno conoce sus libros: es la fama extensa y mitológica que da el periódico” (es la misma página XIII?).

Como podemos inferir, la importancia de esta edición se vuelve capital por dos razones. La primera es que propone una apretada síntesis de la obra lírica del autor argentino, quien para entonces ya había publicado cinco libros de poemas que lo habían situado en un punto central del medio literario hispanoamericano. No debemos pasar por alto que la referida antología publicada en Ariel apareció con una nota breve de Rubén Darío en la que se hablaba elogiosamente del argentino en estos términos: “No creo yo que en nuestras tierras de América haya hoy personalidad superior a la de Leopoldo Lugones, quien antes de llegar al medio del camino de la vida, se ha levantado ya inconmovible pedestal para el futuro monumento (Antología, 1912, p. 5). En otro sentido, los editores de Cvltvra aciertan por llenar un nicho de mercado que nadie había cubierto en México: si Lugones no ha circulado en libro en nuestro país y no se conoce con plenitud su obra, ellos serán los primeros en hacer llegar a un amplio público su poesía y con esto asegurar la venta del volumen entre los suscritores.

Es por ello que la antología de Cvltvra cobra especial interés. Además de ser el quinto libro que Lugones publica fuera de territorio argentino, es el primero que se edita en suelo mexicano. Ahí aparecen poemas de extensión variable (los hay de dos líneas como “Plenitud” o extensos como “Himno a la Luna”, uno de los más representativos de la propuesta que el autor concretó en Lunario sentimental), así como una extensa variedad de formas y temas que van de las “extrañas imágenes, de comparaciones inesperadas, de epítetos sorprendentes” al “coloquio sentimental en los viejos parques solitarios, al claro de luna sobre el césped húmedo”, tal como Antonio Castro Leal lo expresa en las páginas preliminares. El pequeño volumen bajo el sello Cvltvra, engrapado en los márgenes laterales, con toda la humildad que caracterizó a la serie, se suma así no sólo a la difusión de uno de los poetas mayores de Hispanoamérica, sino que además propone una de las primeras lecturas críticas globales de su poesía.

Página legal de: Rincón de los niños (Cuentos y recitaciones). 1909. Colección Ariel, núm. 5, vol. 3